Llegan las vacaciones de verano y los niños que ya no tienen clase, no disponen de un horario que les ayude a marcarse una rutina diaria. Ellos suelen pensar: “¡Qué bien! Dos meses para no hacer nada, descansar y disfrutar”. Pero lo bien cierto es que si ese tiempo no está lleno de cosas productivas, se acaban pasando unas vacaciones tediosas y volcadas a la ociosidad que ni descansan, ni se disfrutan. Y no se ha de pretender tampoco, que el verano sea una continuación del curso escolar, pues las vacaciones son para descansar. Pero como dice San Josemaría: “el descanso no es no hacer nada: es distraernos en actividades que exigen menos esfuerzo”. Por lo tanto, ayudemos a los niños a organizarse estas vacaciones, haciéndoles ver que el motivo no es otro que aprender a descansar y disfrutar de verdad de unas vacaciones en las que, organizándose, cabe de todo.
Para ello vamos a proponer 3 herramientas: un calendario de vacaciones, un horario semanal y una lista de tareas. Son tres fichas que deberán cumplimentar los niños con la ayuda y asesoramiento de sus padres y estar colgadas en un sitio visible como la puerta del armario o la nevera.
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