Flores de Bach contra la violencia de género

Por Federico de Sánchez.- En memoria de Nieves Marín

Desde hace unos años resulta inquietante escuchar en las noticias la gran cantidad de casos de violencia de género que se producen. De hecho, tal es la alarma, que desde las Instituciones se han comenzado a tomar medidas para intentar frenar estas agresiones y concienciar a la sociedad sobre el problema: espacios publicitarios, Juzgados y Leyes específicas, ayuda a la mujer maltratada…

En este artículo intentaremos analizar algunas de las razones por las que consideramos que se produce este terrible hecho, y aportar una ayuda muy estimable a través de las “Flores de Bach”.

Históricamente, la mujer ha dependido durante mucho tiempo del hombre. La sociedad ha sido eminentemente patriarcal; el hombre era el que salía del hogar para buscar el sustento, el dinero, y la mujer se quedaba en la misma, cuidando de la familia y ocupándose de las tareas domésticas.

Pero desde mediados del siglo pasado, las cosas empezaron a cambiar: la mujer tuvo mayor acceso al trabajo, y por lo tanto adquirió mayor independencia económica; gracias al descubrimiento de la píldora anticonceptiva pudo controlar su maternidad, y además esto hizo que tuviera mayor libertad sexual. Empezó a acceder a estudios superiores y a puestos de responsabilidad en el mundo empresarial  que antes le estaban vetados…Todo ello hizo que la relación de pareja sufriera una gran TRANSFORMACION. Anteriormente, en muchas parejas, la relación era ASIMETRICA: el hombre ocupaba el lugar de poder y la mujer de sumisión. Actualmente esto ha cambiado en gran medida. La mujer demanda una relación SIMETRICA, de igualdad, donde ambos sexos tengan las mismas responsabilidades sobre el hogar, los hijos y las decisiones a tomar. Esperan recibir el mismo respeto y tener los mismos derechos que su pareja.

El problema aparece cuando aún existen hombres que tienen una mentalidad claramente “machista”, aprendida del pasado, y de la que no son capaces de desprenderse. Para ellos constituye una tremenda “herida narcisista” que su pareja decida dejarles. Suelen ser personas inseguras, miedosas, dependientes y tremendamente posesivas,  que viven la separación como una “catástrofe vital” de la que creen nunca van a ser capaces de recuperarse. A veces han podido ser “niños maltratados” o muy carenciados y viven la separación como un drama irresoluble.  En su fantasía, la pareja es objeto de su propiedad y le debe sumisión; no pueden entender la reivindicación de la mujer a decidir libremente sobre su destino. En consecuencia pasan al acto de la agresión física o psicológica, como manera de intentar someter a la pareja para que permanezca –sumisamente- a su lado.

En este momento pueden suceder dos cosas: que la mujer “aguante” por temor, por amor, dependencia, status social,  imagen…  o que tome la decisión -con más firmeza- de separarse.

El hombre machista y violento no va a soportar con facilidad esta última decisión, por lo que puede volver a intentar una nueva agresión, en esta ocasión, de una manera más irracional y primitiva: ya todo lo da por perdido y sigue la máxima de “la maté porque era mía” o  “conmigo o con nadie”.

Existen también otras razones por las que se puede dar este tipo de relaciones enfermizas. Desde la Psicología se considera que existen uniones SADOMASOQUISTAS que se dan, no sólo en el terreno de la sexualidad, sino también como una relación de pareja patológica. Esto nos haría reflexionar respecto de las mujeres que soportan continuadas agresiones por parte de sus parejas, repitiendo el esquema de perdonar y volver a ser agredidas…

Si nos remitimos a la educación “machista” recibida por muchas mujeres, estas vivirían  la figura del hombre como la de “su amo y señor”, comprendiendo y justificando los arranques coléricos del mismo y, a veces incluso, sintiendo que esta agresión es una muestra innegable de su amor.

Las mujeres que soportan constantes malos tratos sin denunciarlos, suelen ser inseguras, con muy baja autoestima, dependientes y, a veces, se sienten culpables de los mismos. Consideran que ellas, con su conducta, provocan la agresión de la pareja.

Las “Flores de Bach”, tratamiento terapéutico descubierto por el médico inglés Dr. E. Bach, es una herramienta muy útil para ser utilizada en personas que reúnen características propias de mujeres maltratadas, así como, igualmente, para los maltratadores. Son esencias de flores naturales que sirven para tratar problemas emocionales y físicos. Su funcionamiento reside en la elevada vibración de la flor que ayudaría a armonizar aquella emoción  que se encuentra en la persona en desequilibrio, por ejemplo: de la ira a la serenidad, del desánimo a la ilusión, etc.

Para la MUJER maltratada se podrían utilizar:

 

• Centaura: Para las personas que tienden a someterse a los demás, en un afán de agradar, sin pensar en sí mismas.
• Mimulo: Flor utilizada para las personas tímidas, miedosas, que prefieren renunciar a sus propios intereses, en pos de la tranquilidad con el otro.
• Heliantemo: Cuando el miedo se convierte en pánico, y la persona se puede sentir incapaz de reaccionar frente a una situación peligrosa.
• Estrella de Belén: Para las situaciones traumáticas. Ayuda a elaborar el duelo por lo sucedido: separación, agresión…
• Castaño Rojo: Se utiliza para las personas que son muy dependientes, o demasiado apegadas. Ayuda en los momentos en que es necesario “romper lazos” que pueden llegar a ser patológicos.
• Madreselva: Sirve para olvidar. Se utiliza cuando la mente no deja de volver atrás recordando tanto cosas positivas, como negativas.
• Nogal: Flor que ayuda en las situaciones de cambio. Siempre que hay que renovarse, empezar una nueva vida…facilita la adaptación y disminuye el miedo a lo desconocido.
• Pino: Cuando la mujer se siente culpable o responsable de las agresiones sufridas, o de “haber roto” la familia con su decisión.
• Alerce: Para aumentar la autoestima, la valoración personal, respetarse a sí misma, sentirse capaz de comenzar una nueva vida.
• Escleranto: Cuando la mujer se siente indecisa respecto de la decisión que debe tomar. No tiene claridad de ideas. Se siente ambivalente.
• Avena Silvestre: Es la flor que orienta sobre el camino más adecuado a seguir en la vida y con el que la persona se sienta en armonía.
• Genciana: Para que le mujer no se encuentre triste o desanimada. Sea capaz de remontar su vida y volver a ilusionarse.

Flores que se pueden utilizar para el HOMBRE violento:

• Haya: Se utiliza para personas que son intolerantes y no soportan que otras personas “piensen” de manera diferente a la suya. Se sienten en posesión de la verdad.
• Vid: Parecida a la anterior, se diferencia en que, en este caso, las personas son dictadoras; es decir, pretenden que los demás “actúen” como ellos desean.
• Cerasífera: Para los hombres que pueden “perder el control” tanto a nivel físico como psicológico. Los conflictos los resuelven con agresiones físicas o verbales.
• Sauce: Para personas que están amargadas y culpan de su malestar al exterior. Son incapaces de hacer instrospección y admitir sus propios defectos y problemas.
• Castaño Rojo: Personas excesivamente dependientes a las que les cuesta mucho trabajo desapegarse, a pesar de que la relación no funcione.
• Nogal: Para ayudarles a cambiar, a desligarse de los aprendizajes del pasado.
• Acebo: Para desprenderse de su actitud celotípica.
• Achicoria: Para aprender a respetar la libertad de la mujer y eliminar  su actitud posesiva y manipuladora.

Aunque las Flores de Bach son una herramienta muy valiosa para ayudar en el problema del maltrato de género, no debemos olvidar que los problemas psicológicos que arrastran, tanto los maltratadores como las mujeres que consienten el maltrato, deben ser abordados psicológica, socialmente y espiritualmente, dado que son el producto de una educación “machista”  muy arraigada en la persona que lo padece.

En la vida se debe respetar la libertad del otro, y no hacer una tragedia de la separación, en la que alguna de las partes pueda sentirse víctima o verdugo.  La falta de confianza en uno mismo, en la propia valía, hace que una persona se aferre a otra, más allá de las propias gratificaciones o frustraciones que la relación le pueda ofrecer, y viva la separación como la destrucción de su ser y, en consecuencia, de su propia vida.

Esta desesperación le puede llevar a desear la muerte de aquel que ha generado “semejante cataclismo”, ya que todo lo que le rodea puede perder valor por la desaparición de su pareja.

Evidentemente existen otras muchas razones que los hombres violentos justifican para agredir a sus parejas: chantajes emocionales a través de los hijos, exigencias económicas que pueden desestabilizar su ritmo de vida… pero está claro que no son motivos suficientes como para producir una agresión.

Tampoco se debe olvidar que desde la psicología se considera que existen relaciones SADOMASOQUISTAS que se producen, no sólo desde en el ámbito sexual, sino también desde una relación de pareja patológica.

Somos una especie –la humana- con dos géneros –mujer y hombre- que necesitan poder convivir en paz y en libertad, respetándose mutuamente y ayudándose a crecer, desde nuestras específicas diferenciaciones. Vivir es una apuesta maravillosa: abramos la ventana de nuestros corazones y gocemos del aire puro, limpio y de sutil fragancia que una nueva mañana, con infinitas posibilidades de desarrollo pleno, nos presenta…Desde el respeto y el amor hacia lo diferente y específico de cada ser humano: hombre o mujer.

A la memoria, siempre presente de un excelente ser humano, Nieves Marín Díaz: mujer entrañable, llena de luz, fuerza y energía; especialista en el mundo de la psicología clínica y maestra en el arte de la terapia floral. Amiga y hermana en el sendero de la transformación. En la seguridad que descansas en el seno de la Luz.

 

Federico de Sánchez

Espiritualista, filósofo y orientador espiritual. Presidente de la Sociedad Española para la Difusión de la Espiritualidad (SEDEL), Vicepresidente de la IANDS-España (International Association for Near Death Studies para España), Adjunto a la Presidencia de la Sociedad Española de Ayuda al Duelo y a una Muerte Serena y Lúcida (SEAMUS).www.federicodesanchez.info

Fuente: mindalia.com