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Las heridas femeninas (Histerectomía/mastectomía a nivel energético)

f5d2871e7a157737e48fcde99069384bA nivel energético y físco hay que afirmar que el útero y los pechos son tal vez la parte más importante para una mujer; es dador de vida, es un importante centro de captación energética en todas las edades de la mujer.

Muchas mujeres tras una histerectomía (extirpación total o parcial del útero) y/o mastectomía (extirpación total o parcial de pecho), pronostican que “ya no sirven como mujeres, que las han “vaciado” que ya no son atractivas, deseables…

Ese vacío lo perciben no solo a nivel físico, a nivel interno sienten que han perdido su feminidad, esa cicatriz física es un estigma que permanentemente les recuerda su pérdida como fémina “ya no es ella misma”.

Desde aquí solo puedo decir:

Lo único que acaban de extirpar es un órgano (plano físico), el útero/pechos energéticos (plano espiritual) siguen estando en su sitio.

Su energía sanadora, creativa, poderosa sabía y placentera sigue en el mismo lugar; el útero cada mes aunque ya no menstrué a nivel físico a nivel energético sigue vertiendo su “agua celeste o tiangui”, razón por la cual no es raro experimentar a nivel físico los mismos síntomas de antes cuando se menstruaba.

No es malo sentirse mal, es en realidad un “luto” que hay que pasar, hay que permitirse sentir esa fase, sin reproches, sin recriminarse por cómo se siente; para después resurgir del lodo como un hermoso loto: lleno de color, alegría y energía.

Es ciertamente necesario este periodo de duelo, para poder volver a ser de nuevo ese centro energético, desde el cual no solo nos diferenciamos como mujeres dadoras de vida, sino capaces de crear proyectos, sueños y objetivos.

Es positivo desde el primer día realizar estos ejercicios:

Cómodamente acostada sin que nadie te interrumpa.

Ponte música (preferiblemente voces femeninas) relajante.

Respira suavemente de forma relajada, hasta que estés cómoda.

Pon tus manos en el lugar que antaño ocupo tu útero y/o pecho, recuerda que su energía sigue presente, deja reposar tus manos hasta que notes la energía en forma de una tibieza sutil.

Es el momento de enviar todo tu amor, a ese espacio sagrado.

Sin dejar de hacerlo, presta atención a lo que tiene que contarte: sus temores, angustias, miedos…

No le juzgues solo escucha y sigue acariciando el órgano energético sigue enviándole tu amor, tu protección, tu comprensión…

No juzgues, escucha, ama, comprende, protege, cuida y sobre todo bendice.

Puedes cantarle meciéndole con tu amor y háblale, contesta a su llamando, a sus miedos y temores.

Una vez finalizado, toma un aposición fetal y auto-abrázate, llora si lo necesitas, permítete sentir dolor, miedo…

Y despídete agradeciendo su poder y deja fluir el dolor, viendo como se diluye, concéntrate de nuevo en la respiración.

Conéctate de nuevo con tu útero/pecho sagrado, vuelve a sentir su poder dador de vida, su magia, su poder, su energía…

Ahora no te quedes acostada, haz algo creativo: danza, pinta, pasea, escribe.

No te quedes quieta.

Rosa Francés Cardona (Izha)

Acupuntora, MTC, hipnosis, Dietética y Nutrición.

Regente de la Herboristería Herbasana de Canals (Valencia).

Tienda on-line: http://herboristeriaherbasana.es/

Redactora en: http://www.enbuenasmanos.com/

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