Poema de Antonia Navarrete Lebrato a su madre y a “las madres del cielo”
MADRE, MI BELLA MUJER
Madre, mi bella mujer,
hoy, para ti, son mis versos,
porque nunca te arrepientes
de estar velando mi sueño.
Eres la única sombra
en la que arroparme puedo,
cuando, sobre mí, la lluvia
cae siendo mi tormento.
Tú eres la flor que no quiere
crecer en el cauce seco,
para darme los aromas
que se abracen a mi cuerpo.
Tú eres bálsamo que cura
mis heridas, mis silencios,
sin importarte las horas
en las que más te requiero.
Sólo en ti mi confianza
ponerla en tus manos puedo,
porque sé que no traicionas
la esperanza en lo que quiero.
Sólo tú eres la mujer
más especial sobre el cielo
y la tierra, pues no hay nadie
que te iguale el sentimiento.
Tú no muestras el cansancio
que está dormido en el tiempo,
a pesar de ser más grande
que el que crece con deseos.
Y tú, madre, sólo tú,
en la noche con desvelos,
se merece el homenaje
sin empujarle los miedos.
Desde niña demostraste
razón y conocimiento,
cuando llegaste a ser madre
el universo fue bello.
Y aunque conmigo no estás,
sé que eres ángel bueno,
y con la mano manejas
lo que escribo con mi versos.
CON CARIÑO A MI MADRE DE
ANTONIA NAVARRETE LEBRATO
Muchas gracias por publicar mi poema dedicado a las madres del cielo. Estoy muy feliz de ver tantos corazones grandes que aunque mis versos sean humildes estan llenos de bondad y eso es lo que importa. Besos de vida para todos .