Noticias Mindalia.- Si dijéramos que un equipo se ha propuesto recorrer 40.000 millas náuticas en menos de un año a bordo de un pequeño velero, pesaríais que hablamos del reto de cualquier aventurero o club deportivo, pero y si esta carrera tuviera tintes solidarios.
Más concretamente se trata de solidaridad hacia los océanos de nuestro planeta, ya que este proyecto bautizado como ‘Race for Water Odyssey’ o R4WO tiene como fin investigar la contaminación con plásticos de los mares, así como promover la toma de decisiones y soluciones para mitigar este problema medioambiental.
La travesía partió el pasado 15 de marzo del puerto francés de Burdeos y acaba de completar su primera parte en Nueva York, tras atravesar el Atlántico con paradas en las Azores y Bermuda. La expedición se dirigirá al sur, cruzando por Panamá hacia el Pacífico y haciendo una escala en el puerto chileno de Valparaíso, antes de visitar la isla de Pascua y Hawai. Desde allí, navegarán hasta Tokio, Shangai y Singapur, para luego analizar otra zona de islas en el sur del océano Índico y volver al Atlántico tras una parada en Ciudad del Cabo. Finalmente, estudiarán el ‘vórtice oceánico’ del Atlántico Sur con una escala en el archipiélago de Tristán de Acuña y luego se dirigirán a Río de Janeiro, desde donde iniciará el regreso a Francia, que incluirá una escala en Cabo Verde.
Según datos científicos, cada año el 10 % de la producción global de plástico termina en el mar, donde un 80 % de la polución está vinculada a este tipo de materiales. ‘Estamos ante un enorme problema medioambiental, quizás el más grande al que nos hemos enfrentado’, ha explicado Marco Simeoni, principal impulsor de esta iniciativa.
Simeoni no está solo, viaja junto a cinco compañeros en un catamarán de 21 metros de eslora, capaz de alcanzar los 43 nudos de velocidad. ‘Para hacer el mismo viaje con un barco normal necesitaríamos dos o tres años, y es necesario actuar ahora para frenar la contaminación marina’, añade el empresario.
‘Los plásticos existen desde hace 60 años y hoy todos los océanos están contaminados con ellos, mientras que el problema no deja de aumentar’, explicaba el integrante de esta fundación suiza.
Para su estudio, el equipo primero recoge muestras en las playas y registra la presencia de plásticos en las superficies con la ayuda de un pequeño drone que vuela de forma autónoma y toma fotografías a altísima resolución, que luego son analizadas por científicos de dos universidades que colaboran con el programa. Además, también cuentan con el apoyo, entre otros, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Fuente: mindalia.com
Sé el primero en comentar